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No existe una razón para pensar que un peinado o estilo de peinado es más o menos apropiado para una determinada edad, sin embargo, el color natural, la densidad, el brillo o la fortaleza son características de nuestro cabello que van variando con los años y que deberíamos contemplar a la hora de elegir el estilo de nuestro pelo.

A los 20

Si tienes entre veinte y treinta años puedes seguir al pie de la letra el famoso lema  de “Hago lo que quiero con mi pelo” a la hora de seleccionar tu corte, color y peinado. Si sueles optar por tonos o decoloraciones agresivos, no dejes de usar mascarilla reparadora, cuidar tu pelo a los 20, te garantiza un pelazo a los 30

  • Color: Casi cualquier color está permitido, la rápida regeneración de la fibra capilar nos permitirá hacer algún “exceso” de vez en cuanto.
  • Cortes: Bobs, asimétricos, garçon, flequillos largos…Los cortes más estructurados, son los que aportan más protagonismo al rostro y, a esta edad, nuestro rostro suele lucir resplandeciente. 

A los 30

Es el momento de buscar un estilo más sobrio, potenciar tu imagen más elegante, buscar looks y peinados cómodos y fáciles de mantener y “hacer locuras” sólo de vez en cuando. Utiliza una coloración respetuosa con el cabello y opta por baños de color si el tono y cantidad de las canas te lo permiten.

  • Color: La llegada de las canas empieza a convertir el tinte en una necesidad más que en una elección, por tanto es importante que busques tonos naturales ya que es probable que debas mantenerlo durante bastante tiempo.
  • Cortes: Las melenas serán tu mejor aliado, además de enmarcar tu rostro suavizando y disimulando los signos de la edad, te permitirán crear tu estilo propio jugando con desfilados, flequillos o estructuras que le aporten dinamismo..

A los 40

Ahora, además de cuidar tu imagen también hay que cuidar la salud de tu cabello a la hora de elegir el estilo de peinado. Los aceites reparadores  que faciliten el peinado son recomendables ya que te permiten reducir el aporte de lacas y productos de fijación a la hora de definir tu peinado.

  • Color: En la misma línea natural que defendíamos a los 30, tratando de no exceder nuestra elección a un tinte tres tonos menos (o más) de nuestro color natural.
  • Cortes: Olvídate de cortarte el pelo mucho, las melenas, aunque menos cómodas, son el estilo más favorecedor a los cuarenta. Si además decides dejarte un flequillo dulcificarás aún más tus rasgos y te permitirá disimular las arrugas que pueden aparecer en la frente. 

 A los 50

A partir de los 50 nuestro pelo pierde densidad, brillo, volumen y, normalmente, se vuelva más quebradizo. Utiliza champús y mascarillas redensificadores con componentes como la queratina o el colágeno para compensar la pérdida natural de vigor.

  • Color: Descarta los tonos oscuros, acentúan el aspecto de las arrugas, prueba con tonos dorados, cobrizos o, por qué no, atrévete con los platinos o canos.
  • Cortes: Los cortes “midi” (media melena) son los más favorecedores, si además los combinamos con un flequillo bien trabajado nos dará un look fresco y juvenil.