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Hoy queremos hacer eco de una noticia muy importante, publicada en: CuidatePlus
Habla sobre las consecuencias de los implantes de pelo realizados en Turquía.

Nuestra recomendación ya sabéis cual es…. Acudir siempre a un centro especializado y de referencia, evidentemente, que podáis llamar o visitar siempre que estiméis oportuno.
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Copiamos el articulo integro, dice así:

 

Consecuencias de los implantes de pelo realizados en Turquía

El trasplante capilar debe ser la última opción terapéutica en determinados casos de alopecia.

“En los últimos años, estamos asistiendo a una peregrinación de pacientes con alopecia a Turquía para realizarse implantes de pelo atraídos por el reclamo de ofertas muy agresivas. Incluso hay paquetes que incluyen viaje, estancia e intervención por entre 1.500 y 3.000 euros. Después vienen los problemas y somos los dermatólogos especialistas en implantes los que nos tenemos que encargar de arreglarlos”, denuncia Miguel Sánchez Viera, director del Instituto de Dermatología Integral (IDEI).

De hecho, Turquía es la meca de este trasplante también porque su gobierno apoya el crecimiento de este turismo sanitario.

¿En qué consisten los implantes capilares más realizados ahora?

Actualmente, el implante capilar más realizado es el denominado FUE (siglas en inglés de Follicular Unit Extraction). “Hablamos del más avanzado de los trasplantes de pelo para tratar alopecias y calvicies en ambos sexos y requiere de una gran experiencia y pericia por parte del cirujano que vaya a hacerlo. En estas manos, hablamos de una técnica segura con la que se obtienen los resultados más naturales”, comenta Sánchez Viera.

Este tipo de implante, que se realiza bajo anestesia local, consiste en obtener una unidad folicular individual directamente del cuero cabelludo.

Con el paciente monitorizado, el experto obtendrá cabellos sanos principalmente de la zona de la nuca con micropunchs (instrumentos cilíndricos o bisturíes circulares muy pequeños para extraer cada  unidad folicular una a una), que son preparados bajo el microscopio y reimplantados con otros instrumentos de precisión llamados implantadores.

El director del IDEI señala que con la técnica FUE no están limitadas las zonas del cuerpo de donde se puede extraer pelo (aunque suele ser de la nuca) para realizar implantes; “un gran avance científico porque personas con poca cantidad de pelo en la cabeza tenían muy limitada esta opción”.

Con la aplicación del método FUE el cabello tiene un excelente potencial de nuevo crecimiento y el paciente tolera fácilmente la cirugía.

¿Cómo es el posoperatorio?

“El paciente regresa a su casa en el mismo día por su propio pie y puede reincorporarse a su rutina en 4 o 5 días y hacer deporte a las dos semanas. La única precaución en esos días es no poner la cabeza hacia abajo, sino siempre recta o inclinada hacia atrás”, indica Sánchez Viera.

En palabras de Cristina Serrano Falcó, coordinadora del Grupo de Tricología de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), “el paciente puede tomar un analgésico el día de la intervención y al día siguiente para las molestias. El pelo que se implanta se cae alrededor de 15 días después, al mes empieza a nacer en la zona trasplantada, creciendo al ritmo de un centímetro mensual”.

Riesgos y complicaciones de someterse a estos implantes en Turquía

“El problema es que al segundo día de estar trasplantando el paciente coge un avión de vuelta a España y no hay una vigilancia posoperatoria. Además, no existe la posibilidad de reclamar en caso de que surjan complicaciones porque supondría volver a ir a ese país”, dice la dermatóloga y tricóloga. Hay otro aspecto muy importante: “Tanto el diagnóstico preoperatorio como el diseño del trasplante en Turquía lo hacen mediante una fotografía porque no se realiza una consulta previa. El peligro que ello supone es que algunos tipos de alopecia podrían incluso empeorar con un trasplante capilar”.

Según la coordinadora del Grupo de Tricología de la AEDV, en general, “la única misión de los que realizan implantes en Turquía es poner pelo, cuando en realidad el trasplante es un proceso y la cirugía la dejamos para cuando no hay otra alternativa”. Entre los inconvenientes de someterse a un trasplante capilar turco menciona los siguientes: un diagnóstico inadecuado, un diseño mal hecho y problemas propios de la cirugía (anestesia, infección, seroma, etc.) o que el pelo no prenda.

En concreto, Sánchez Viera señala que se encuentran con “infecciones que son poco habituales cuando estas intervenciones se hacen en España y que, sin embargo, parecen ser muy frecuentes en pacientes que acuden a esas ofertas que encuentran en las redes sociales. También vemos importantes problemas de cicatrización y, por supuesto, vemos a pacientes desencantados porque los implantes no han tenido el efecto esperado y además han perdido pelo en la zona de la nuca (área donadora)”.

El paciente debe saber que tras el implante se debe hacer un seguimiento para evitar o tratar a tiempo cualquier complicación que pudiera surgir y continuar con el protocolo terapéutico apropiado para mantener bajo control la alopecia y asegurar el resultado a largo plazo. Esto es algo que obviamente no se da cuando el paciente acude a este turismo de implantes capilares, ya que se van del país a los dos o tres días de su operación y no tienen seguimiento alguno.

La situación se agrava aún más, debido a que este tipo de pacientes son reacios a ir a un dermatólogo capilar a que les revise, porque les da vergüenza reconocer que viajaron a Turquía por el precio sin evaluar las condiciones. Así que cuando acuden a nosotros es porque ya tienen un problema bastante complicado, que tenemos que solucionar de la mejor manera posible”, relata el director del IDEI.

¿Todos los pacientes con alopecia son aptos para un implante capilar?

Hay más de 100 tipos de alopecia. La más frecuente, dice Serrano, es la calvicie común (denominada alopecia androgenética o androgénica), en la que puedes hacer un trasplante siempre que haya pelo para poder trasplantar.

Los implantes se pueden hacer en aquellos casos en los que la pérdida de cabello es importante o cuando las técnicas de estimulación capilar no han resultado suficientes, cuenta el director del IDEI. “En estos pacientes, deberemos antes practicar una serie de estudios, como el tricológico, para diagnosticar las causas de la caída del cabello, además de otros estudios analíticos que nos permitan valorar problemas generales que puedan afectar al cabello, como la falta de vitaminas o de hierro, o las hormonas. El candidato idóneo tiene una alopecia estable o progresiva, pero ya está en tratamiento médico”.

¿Qué factores influyen en el éxito o fracaso de este procedimiento?

No existen diferencias de resultados por razón de sexo, sino que “el éxito en el trasplante capilar va a depender del tipo de pelo, de cirugía practicada y de cuidados posoperatorios”, señala Serrano.

¿Los implantes capilares siempre se hacen de una sola vez?

Todo depende del grado de progresión de la calvicie a tratar y de la densidad del pelo en la zona donante. La media es de entre uno a cuatro trasplantes para cada paciente, si bien con uno se suele obtener una satisfacción suficiente.

Serrano afirma que se pueden hacer tantas como se necesiten, siempre y cuando exista una buena zona dadora (o donante). Normalmente se trasplantan unas 2.500 o 3.000 unidades foliculares y la intervención dura unas cuatro o cinco horas.

Diferencias entre la técnica que se utiliza ahora y la que se usaba antes

La diferencia de la técnica FUE con otra anterior que todavía se sigue utilizando, la FUT (las siglas inglesas de Follicular Unit Transplantation), estriba en que con la primera se obtienen unidades foliculares individuales directamente del cuero  cabelludo y aunque se suelen coger de la zona de la nuca se pueden usar otras zonas del cuerpo. Con la segunda, realizan microtrasplantes foliculares, pero a partir de una tira de cuero cabelludo obtenida de la nuca.

Remontándose en la historia, Sánchez Viera explica que “ya en 1939 el dermatólogo japonés Shoji Okuda empleaba miniinjertos de pelo en el tratamiento quirúrgico de la alopecia cicatricial y, más adelante (en 1959), el dermatólogo Norman Orentreich describió la utilización del punch, un bisturí circular para tomar los miniinjertos de distinto tamaño. No obstante, el aspecto final del procedimiento con esta técnica era el de pelo de muñeca”. Pero no fue hasta los años 80 cuando se introdujera el concepto de microinjerto, es decir, la utilización de la unidad folicular que contiene de uno a tres pelos para la reconstrucción de la línea de implantación pilosa “y la corrección de resultados mediocres en aquellos pacientes operados con la técnica precedente”.

En la actualidad, este experto dice que prefieren una técnica combinada, es decir, la utilización de microinjertos (de uno a dos pelos) para reconstruir la línea de implantación pilosa, mientras que los miniinjertos (de tres a cuatro pelos) se reservan para dar densidad, sobre todo en la parte alta del cuero cabelludo.

“El implante capilar con FUE es el más realizado, más novedoso y su resultado cosmético es algo mejor porque deja menos cicatriz que la técnica de la tira”, afirma Serrano. No obstante, la FUT se sigue utilizando, sobre todo en mujeres.