¿Qué es la celulitis?
La celulitis se define como el cúmulo de grasa y toxinas en la zona subcutánea de la piel, producida por un trastorno de la microcirculación. Puede afectar a diferentes zonas del cuerpo, aunque se localiza más comúnmente en lo que conocemos como cartucheras.Es una afección exclusivamente femenina, ya que los estrógenos (hormonas femeninas) intervienen en su desarrollo. De hecho entre el 85% y el 98% de las mujeres después de la pubertad presentan algún grado de celulitis.
Existen una serie de factores que condicionan la aparición de la celulitis:
- Factores genéticos: tiene un componente hereditario.
- Factores fisiológicos: fundamentalmente los hormonales, viéndose agravada cuando aparecen cambios endocrinos en diferentes etapas fisiológicas como la pubertad, posparto, menopausia, o en algunos trastornos como el hipotiroidismo, hiperinsulinismo y la insuficiencia veno-linfática.
- Factores ambientales: se refieren a errores en el comportamiento higiénico-dietético, como pueden ser sedentarismo, tabaquismo o una alimentación desequilibrada.
Como no podemos intervenir en los factores genéticos, ni en los fisiológicos, vamos a actuar sobre los factores ambientales, modificando actitudes que agravan la celulitis. Si presentas un peso adecuado a tu estatura, pero tienes tendencia a la celulitis, te damos unos consejos nutricionales para mejorarla:
- Evitar el estreñimiento, ya que existe una clara relación entre la acumulación de grasa y toxinas y problemas de retención a nivel intestinal. Truco: aumentar el consumo de alimentos ricos en fibra: cereales integrales, pan de cereales, frutas y verduras y por supuesto beber agua, al menos 2 litros al día.
- Evitar la retención de líquidos: ¿cómo? reduciendo el consumo de sal en las comidas, no resalar en la mesa y limitando el consumo de alimentos precocinados, sopas, purés, concentrados de carne, salsas elaboradas. Todos estos alimentos además de contener una elevada cantidad de sodio, contienen numerosas sustancias como conservantes, colorantes, estabilizantes, tóxicos que se acumulan junto a la grasa en nuestro organismo.
- Evitar los azúcares simples: ¿cómo?: limitando el consumo de dulces, chucherías, zumos envasados, chocolates…preferir cereales, fruta fresca, frutos secos, ya que el azúcar que nuestro cuerpo no gasta en su actividad diaria se acumula en forma de grasa.
- Evitar las grasas saturadas: ¿cómo?: sustituyendo las grasas como la mantequilla, tocino, natas, embutidos, por aceite de oliva, pescados azules, frutos secos, ya que estos últimos son ricos en ácidos grasos oleico y linoleico y en omega-3, mucho más interesantes desde el punto de vista nutricional por sus beneficios que las grasas saturadas.
- Evitar el consumo de alcohol: el exceso de bebidas alcohólicas produce un aumento en la acumulación de grasa en nuestro organismo. Truco: es importante hacer un consumo moderado del alcohol, prefiriendo siempre el vino ya que es un alimento con propiedades antioxidantes.
- Evita el consumo de bebidas refrescantes: contienen gran cantidad de azúcar que como hemos dicho se acumula en forma de grasa. Truco: bebe agua o infusiones depurativas como diente de león, cola de caballo o abedul, té verde, té rojo.
- Aumenta el consumo de alimentos antioxidantes: llena tu nevera de frutas y verduras. Truco: Consúmelas al menos una vez al día crudas, ya que de esta manera aprovechamos mejor todas sus propiedades.
- Aumenta el consumo de alimentos ricos en potasio: conseguimos favorecer la eliminación de líquidos. Truco: Disfruta de las endivias, berenjenas, tomate, calabazas, alcachofas, fresas, berros, naranja, kiwi, uvas, patata, legumbres, germen de trigo, entre otros.
- Cocina los alimentos con técnicas ligeras como la plancha, el horno, el vapor, o simplemente crudos. Truco: evitamos un exceso de grasas como en la fritura y además aprovechamos mejor todos los nutrientes.
Siguiendo estos fáciles trucos y haciendo algo de deporte, ¡notarás la diferencia!
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