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La fotodepilación es uno de los avances en estética más importantes de la última década y, desde luego, el método de depilación más novedoso del siglo XXI ya que ha hecho realidad lo que antes era impensable: vivir sin pelo prescindiendo de las técnicas de depilación tradicionales. Es, además, una práctica indolora ya que a la hora de realizar el disparo láser solo llega a sentirse una sensación de calor en la piel, pero es muy breve y no sentirás grandes molestias. La depilación láser es un servicio estético, de belleza, que está incluido en los planes formativos de los profesionales de la estética, que, además de estar preparados académicamente, realizan constantes cursos de reciclaje. Debe llevarse a cabo en un centro de estética autorizado y bajo la supervisión de un profesional ya que a pesar de que ha sido reconocida por la Unión Europea como una práctica no invasiva, sí resulta agresiva para los tejidos de la piel, de modo que no escatimes en dinero a la hora de ponerte en manos de especialistas como nosotros.

 El procedimiento de la fotodepilación

Cuando hablamos de fotodepilación o depilación definitiva, englobamos dos procedimientos similares en cuanto a su aplicación pero que se diferencian claramente tanto por el precio como por su eficacia: depilación por láser y depilación por luz pulsada.

Técnicamente no existe gran diferencia entre ellos. El láser es un aparato que emite luz amplificada por radiación. Los pulsos de luz son absorbidos selectivamente por la melanina presente en cada pelo. La energía lumínica absorbida por la melanina es transformada en calor que quema el folículo piloso y lo desnaturaliza.

Todos los métodos de depilación láser actúan de una forma similar pero hay que tener en cuenta otros factores como por ejemplo las características del vello (a cuánta profundidad se encuentra el bulbo piloso, cantidad de pigmento, etc.) y también las características de la propia piel del paciente (más o menos pigmentada y grosor de la dermis). Teniendo en cuenta estas especificaciones, el especialista deberá decantarse por uno u otro sistema y por uno u otro tipo de láser.

¿Qué tipo de láser se emplea en la fotodepilación?

Los láseres más adecuados son los que presentan una longitud de onda de entre 700-1400 nm ya que en este rango la melanina presenta una mayor capacidad de absorción a la vez que interfiere mínimamente sobre otros pigmentos de la piel. Los láseres más famosos son:

* Láser de rubí: emite luz roja de 694 nm. Se emplea en fototipos claros.

* Láser de alejandrita: tiene una longitud de onda de 755 nm. Se emplea para fototipos más oscuros y tiene la ventaja de que es bastante rápido. Como desventaja tiene que no sirve para los fototipos muy oscuros ni para la depilación facial.

* Láser de diodo: emite una longitud de onda de 800-810 nm. Se pueden tratar fototipos más oscuros sin producir lesiones en la epidermis. Al tener más longitud de onda requiere de más energía pero también es mejor absorbido por la melanina. Como refrigeración presenta un cristal de zafiro que entra en contacto con la piel. Necesita de rasurado previo y por este motivo y por su longitud de onda no es el más adecuado en tratamientos faciales.

* Láser de neodimio-Yag: tiene una longitud de onda de 1064 nm mediante pulsos largos. Es posible tratar con él todo tipo de piel aunque su eficacia es menor por tener menos capacidad de absorción de la melanina. Está indicado en pacientes con fototipos bastante oscuros.

* Luz pulsada intensa: tiene una longitud de onda de entre 590-1200 nm. En este caso se selecciona mediante filtros el espectro a al tipo de piel y pelo del paciente. Así, para fototipos claros y pelo rubio se emplean filtros cortos (590,615) mientras que si la piel es morena y el vello más oscuro se emplean filtros más amplios (645, 695, 755). Dependiendo de este factor y de la zona a depilar, puede variar la duración de cada pulso y el intervalo entre ellos. La mayoría de los láser de luz pulsada intensa incorporan un software que selecciona automáticamente los parámetros pero que el médico puede variar según las necesidades de la paciente. Para refrigerar la epidermis se usa un gel frío. Es un tratamiento que ofrece muy buenos resultados pero requiere mayor conocimiento de la técnica que otros sistemas.

Efectos posteriores y posibles complicaciones de la depilación por láser

La depilación por láser permite conseguir una depilación duradera y en muchos casos definitiva, tratar prácticamente cualquier zona del cuerpo (menos áreas cercanas al globo ocular) y, además, es un método rápido, cómodo y generalmente bien tolerado.

Cuando el tratamiento se ha realizado correctamente no existen mayores complicaciones aunque es normal sentir un leve dolor o sensación de quemazón. En ocasiones la zona aparece enrojecida, particularmente si el pelo es grueso, siendo normal que aparezca un punto negro rodeando el folículo piloso (edema perifolicular). Estos síntomas son totalmente normales y son signos de que la depilación ha sido eficaz y el pelo está siendo expulsado. A veces, en casos de pieles muy sensibles pueden aparecer pústulas en la zona tratada. No debes preocuparte ya que este problema se resuelve aplicando una crema antibiótica en dos o tres días

Sin embargo, este sistema como cualquier otro procedimiento médico está contraindicado en algunos tipos de pacientes y puede producir reacciones adversas si no se realiza correctamente. Algunos de sus principales inconvenientes son:

* Es un método caro, aunque cada vez hay más facilidades de pago: tarifas planas, bonos de sesiones…

* No elimina el vello fino y claro ni el pelo canoso

* No se puede realizar sobre pacientes bronceados ni sobre fototipos muy altos

* Está contraindicado en mujeres embarazadas y en pacientes que han sido tratados con fármacos fotosensibilizantes.

* Su empleo es complejo y requiere ser supervisado por personal médico

* De realizarse mal, puede ocasionar quemaduras en la piel.